La palabra “reciclaje” está cada vez más en boca de las personas. La moda actualmente es usar como slogan “reciclar”.
Pero más allá de su uso propagandístico, la reutilización de los materiales es un deber, ya que con esa acción traemos a nuestra vida unos beneficios que la ciencia ya ha cuantificado con el fin de evitar la contaminación ambiental.
Por ejemplo, si hablamos del cartón, podríamos comentar que, de cada 8 cajas de cereales, puede fabricarse un libro. O que, de 40 botellas de plástico recicladas, puede fabricarse una chaqueta polar.
Lo más interesante no es solo que podemos fabricar cosas nuevas reutilizando materia prima de desecho, sino de cómo se ve traducido ese rehúso al evitar el incremento del deterioro de la capa de ozono, en la mejora de la economía energética del planeta o, incluso, en la economía doméstica.
Beneficios del reciclaje para nuestro planeta, en números
- Una tonelada de papel reciclado equivale a 17 árboles que se salvan de ser talados.
- El reciclaje de 100 latas puede ahorrar la energía necesaria para iluminar una habitación durante dos semanas completas.
- Se ahorran 4100 kWh por cada tonelada de papel reciclado
¿Cuál es el problema si NO reciclamos?
Es evidente que el uso de materiales como el plástico, el aluminio o el papel va a continuar por mucho tiempo más. Y, simultáneamente, los indicadores de la contaminación ambiental, el daño en la capa de ozono y sus consecuencias en los eventos naturales catastróficos, van en aumento.
Tenemos que saber que esos materiales son productos obtenidos de forma industrial y que, para ello, se requiere de un consumo energético inmenso en términos de kWh y de emisiones de CO2. Por otra parte, también hay un consumo de recursos naturales que no son renovables: la obtención del plástico usa como recurso el petróleo y, la obtención del papel, usa la celulosa de los árboles además de una copiosa cantidad de agua que será contaminada con productos químicos.
Propuestas para el reciclaje
Existen múltiples propuestas para el rehúso de los desechos.
Algunas empresas envasadoras de alimentos han patentado empaques con diseños ecológicos, logrando, por ejemplo: usar envases de yogurt que pesan la mitad de lo acostumbrado, latas de cerveza un 17 % más ligeras y el uso de botellas de agua de plástico reciclado y de origen renovable.
También se conoce de construcciones que usan bloques plásticos provenientes de botellas de desecho con una capacidad de aislamiento térmico importante.
La propuesta más valiosa es la colaboración de las personas en hacer una disposición adecuada de los desechos, usando los acopios de éstos de forma clasificada, de manera que las empresas de reciclaje puedan llevar a cabo su labor con mayor agilidad.
Si tu empresa cumple con esta misión de reciclar desechos plásticos, cuenta con nosotros para el equipamiento industrial.
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