Balsas de lavado
Una línea de lavado puede ser adaptada según las necesidades del cliente y el tipo de material a procesar. En su versión básica, incluye una balsa de lavado, una canal, una centrífuga y un ventilador. La balsa de lavado sumerge el material en agua, separando los residuos que se acumulan en el fondo, mientras que el plástico emerge en la superficie. Posteriormente, el plástico es arrastrado hacia la canal y dirigido a la centrífuga para el secado. El sedimento restante en la balsa es eliminado mediante una jirafa de extracción. En la centrífuga, el material es impulsado a través de un túnel perforado que filtra el agua de lavado, dirigiéndolo hacia una tolva de descarga mediante un ventilador.
Aunque el proceso no incluye un secado convencional con calor o aire, se filtra el agua del plástico para minimizar su contenido de humedad. Es importante tener en cuenta que al finalizar el proceso, el plástico aún conserva cierto grado de humedad.